Bueno, me aburro bastante aquí en casa y tengo mucho que estudiar (viva la procrastinación!) así que voy a escribir un post chorra porque sí. Con sentimentalismos, esperanza y todas esas cositas que no gustan a nadie.
Ah, y esto va a ser muy largo.
Hablemos de 2014.
Segundo año cosplayer en plan serio. He aprendido un montón de cosas sobre costura, materiales, técnicas, patronaje... Además he conseguido por fin una máquina de coser y ya no tengo que coserme todos los cosplays 100% a mano. Un año productivo, vamos.
¿Qué cosplays he hecho? Pues estos:
viernes, 26 de diciembre de 2014
sábado, 6 de diciembre de 2014
Una lección aprendida de la peor manera.
Tengo que confesar algo:
Llevaba mucho tiempo muy equivocada en algo, y creo que es hora de rectificar.
El cosplay me dio muchísimo hype desde que empecé. Me encantaba, y con el segundo que hice ya gané un premio en compañía de una amiga. Empecé a descubrir cosas, incluso vi que había gente que había conseguido vivir íntegramente de ello.
Y a mí me gustaba muchísimo. Me gustaba tanto eso de crear, de transformarme en un personaje, todo el ambiente, todo ese mundo... yo también quería conseguir esa fama que era el primer paso para un incierto y poco posible futuro en el que podría vivir del hobby que más me apasiona a día de hoy.
Trabajé duro por ello, pero obviamente la universidad, la familia, el mini-trabajo, la revista, el teatro, el coro universitario, las novelas, etc. no me dejaban hacerlo. Y no quería renunciar a ninguna de esas cosas. Quiero estudiar para tener un trabajo más o menos estable (aunque ahora mismo no sea muy factible), quiero a mi familia, mi trabajillo además de darme unos poquitos ingresos al mes me hace muy feliz, el teatro me ha ayudado mucho a formarme como persona y me encanta, la revista es uno de los proyectos más ambiciosos y bonitos en los que he estado, llevo escribiendo desde que aprendí a escribir, y cantando desde los ocho años.
Llevaba mucho tiempo muy equivocada en algo, y creo que es hora de rectificar.
El cosplay me dio muchísimo hype desde que empecé. Me encantaba, y con el segundo que hice ya gané un premio en compañía de una amiga. Empecé a descubrir cosas, incluso vi que había gente que había conseguido vivir íntegramente de ello.
Y a mí me gustaba muchísimo. Me gustaba tanto eso de crear, de transformarme en un personaje, todo el ambiente, todo ese mundo... yo también quería conseguir esa fama que era el primer paso para un incierto y poco posible futuro en el que podría vivir del hobby que más me apasiona a día de hoy.
Trabajé duro por ello, pero obviamente la universidad, la familia, el mini-trabajo, la revista, el teatro, el coro universitario, las novelas, etc. no me dejaban hacerlo. Y no quería renunciar a ninguna de esas cosas. Quiero estudiar para tener un trabajo más o menos estable (aunque ahora mismo no sea muy factible), quiero a mi familia, mi trabajillo además de darme unos poquitos ingresos al mes me hace muy feliz, el teatro me ha ayudado mucho a formarme como persona y me encanta, la revista es uno de los proyectos más ambiciosos y bonitos en los que he estado, llevo escribiendo desde que aprendí a escribir, y cantando desde los ocho años.
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